Después de un mes de uso tengo que darle la razón a Pablo Lorenzo y Joaquín Ibáñez, Slack es una herramienta bestial. Aunque ya está más que extendida y no es ningún descubrimiento, imagino que todavía le será desconocida a mucha gente y por ello quería pararme unos minutos a comentar mis primeras impresiones.
Pero empecemos por el principio, ¿qué es Slack? Slack es una herramienta online de productividad y comunicación entre equipos. O como explican ellos en su página web, “Team communication for the 21st century”. Tuve la oportunidad de probarla con su recomendación y al intentar adoptarla en Start UC3M, pero no me convenció. A pesar de que el look and feel y la visión me parecían muy potentes, el caso es que yo encontraba muy engorroso tener que pasarme a una nueva herramienta cuando podía hacer lo mismo con otras más normales (por ejemplo, Whatsapp o Gmail).
Mi cambio de opinión se produce al cambiar de trabajo recientemente y sumarme a un proyecto en el que Slack es una de las bases de la comunicación. Y en este caso, no te queda más remedio que adaptarte o morir. Pero supervivencia aparte, puedo decir después de varias semanas de introducción que me encanta. Es una herramienta que uso a diario y que me acompaña más allá de la oficina física. (Decir esto en el año 2015 suena como raro, pero aún sigo conociendo a gente que no puede sacar sus herramientas fuera de la oficina o del ordenador que tienen asignado). Esto, claro, es un arma de doble filo porque te acompaña estés dónde estés, por lo que las fronteras entre trabajo y vida personal se difuminan.
Pero, ¿qué es lo que ha obrado el cambio? Son muchas cosas, y entre ellas hay que destacar el look and feel que decía al principio. Aunque no determinante, es mucho más fácil adaptarse a algo bonito que a algo feucho. Esto es así. Pero también hay más cosas:
- Para empezar, el foco. Fácilmente comparable con Whatsapp, me parece óptimo poder estar conectado a una aplicación durante los momentos en los que estoy trabajando en la que solo ocurran cosas relacionadas con este trabajo. Vale, sí, podría comunicarme con Whatsapp y con su (chulísima) aplicación de navegador. Pero también es verdad que me distraería mucho con las chorradas y cosas guays que se van mandando en cada uno de los grupos o con las cosas urgentes que te preguntan por privado (que luego no lo son tanto).
– Menciones. Al más puro estilo red social y algo que Whatsapp aún no permite, se puede mencionar a usuarios para que sean notificados ante un tema que les afecta o interesa. De esta forma, es fácil evitar que las cosas se pierdan en el olvido o tener que estar pendiente de todo el contenido que se publica. Si te concierne, te mencionan y te llega la notificación. Fácil.
– Integración de herramientas que ya usas. Esto sí que creo que es la clave del éxito porque hay infinidad de opciones para usar, más allá de las más típicas. Por poner un ejemplo, nosotros tenemos creado un canal de Support vinculado al buzón de correo electrónico habilitado para ello. De esta forma, cada nuevo mail entra en este canal y es fácil mantenerlo cuidado sin necesidad de estar pendiente del buzón, además de que se puede asignar la tarea de gestionarlo o discutir por el mismo canal si la consulta tiene algún tipo de complicación. Más allá de eso, las posibilidades son infinitas, como recientemente han anunciado desde el blog de Trello (otra herramienta top).
Y ya como chascarrillo, una de las cosas que más me alucina es comunicarme por Slack con alguien que tengo al lado o enfrente a menos de 2 metros de distancia. Me explico: Imagina una mesa de oficina en la que están varias personas trabajando con los auriculares puestos. Suena súper extraño, pero en vez de levantarte o alzar la voz distrayendo a todos, te comunicas por el chat y no interrumpes a nadie. Raro al principio, muy eficiente cuando te acostumbras.
Voy a dejar un video para tener un poco de acompañamiento gráfico a lo que he contado.
¿Qué te parece, te animas? Y si ya la usas, ¿cuál es la mayor ventaja que le ves más allá de las que he escrito aquí?
Gracias por leer!