LA IMPORTANCIA DEL FEEDBACK

¿Y si comenzáramos a pensar en las palabras del resto como grandes oportunidades?
Tal vez, esa pieza del puzle que buscabas para mejorar la puedas encontrar escuchando lo que
los demás tienen que decir al respecto.
Hacer de las críticas algo constructivo en vez de destructivo, o simplemente dar cabida a
perspectivas ajenas que nutran y completen las nuestras, es lo que a muchos nos haría falta en
el día a día para alcanzar nuestra mejor versión.
En este artículo trataremos el concepto del feedback, la herramienta que, sin duda, podría ser
el empujón hacia la excelencia.

Ya sea en el entorno laboral o en la vida diaria, son varios los tipos de feedback que
observamos. En primer lugar, según su contenido, puede ser positivo, remarcando aquellas
facetas beneficiosas en el desempeño de la actividad; negativo, tal vez más difícil de acoger,
pero necesario para mejorar aquellos aspectos perjudiciales para nosotros, el resto o el mismo
entorno; y, por último, constructivo, enfocado en mejoras concretas y planes de acción
específicos para llevarlas a cabo.
A su vez, independientemente del tipo de feedback, se puede subcategorizar según el modo
en el que se comunique. Por ejemplo, este no solo se ha de transmitir de forma explícita y
directa, sino que el lenguaje no verbal o el tono de voz pueden trasladar la misma
información de forma implícita y sin ser de un modo tan claro.
Adicionalmente, si este tipo de aportaciones se dan de manera periódica, se considera
feedback continuo, que ocurre de manera regular. Y si son varias terceras personas las que
ayudan a formar diferentes perspectivas sobre el asunto, entonces se considera feedback 360.

Tras haber comentado de forma más concreta cómo puede presentarse este concepto, salta a
la vista una importante cuestión: ¿cómo podemos solicitar feedback para incorporarlo en
nuestra rutina?
El caso es que no se trata solo de pedir una opinión, sino de crear un espacio donde los demás
se sientan cómodos proporcionando retroalimentación sincera y útil. Algunos de los aspectos
que pueden contribuir a ello son ser específico y reducir la búsqueda de opinión hacia un
ámbito más acotado. Recibir las críticas con una mentalidad abierta, así como interesarse en
las propuestas que los demás puedan ofrecer como pautas de mejora. Elegir un momento
adecuado en el que la información a recopilar sea reciente y la opinión sea, así, lo más
objetiva posible. Y tratar de obtener opiniones de diversas fuentes para observar cómo se
relacionan entre ellas.

Estas perspectivas ajenas forman un reflejo más honesto de nosotros mismos. Ayudan a ver
con claridad esos puntos ciegos que, por muchas veces que miremos en la misma dirección,
se siguen escapando e impulsan a quien lo pone en práctica hacia el éxito personal.
A ojos del resto, y sobre todo en el entorno laboral, el interés de alguien por potenciar su
autoconocimiento y localizar pequeños desvíos en el camino hacia sus metas es un rasgo

altamente valorado, que se considera determinante a la hora de abrir puertas a nuevas
oportunidades.
Mejorar en base al feedback nos convierte en expertos sobre nosotros mismos, aumenta la
autoconfianza al ver de forma clara la capacidad de superar nuevos retos y aumenta
enormemente nuestra adaptabilidad. Un rasgo crucial para posicionarse correctamente en
situaciones personales y laborales del futuro.
En definitiva, aceptar esta clase de críticas nos brinda, en este mundo de cambio constante,
los cimientos necesarios para avanzar en la carrera de fondo que es el alcance de nuestros
sueños y la superación de los desafíos que se presenten antes de llegar a la meta.

Pese a lo mucho que relucen los beneficios del feedback, nadie dijo jamás que el manejo de
las opiniones ajenas fuese fácil. Es común confundir críticas constructivas con ataques y
tratar de defenderse como respuesta, en lugar de preguntar por aquello que nos ayude a
entender el problema. Pero cuando algo está relacionado con el crecimiento personal, lo más
responsable es dejar el ego a un lado, respirar y preguntar lo necesario para poder encajar los
comentarios de la mejor forma posible. Enfocarse en que detectar nuestros puntos débiles
solo nos puede hacer más fuertes podría ser una buena estrategia.

En conclusión, el feedback es información realmente poderosa que, usada de la manera
correcta, puede potenciar nuestras cualidades y ayudarnos a alcanzar lo que nos
propongamos. La próxima vez que escuches algún tipo de opinión sobre ti, guárdala con
cuidado y utilízala en tu beneficio; nunca sabes si podría ser el comienzo de la ruta para
encontrar el camino correcto.