El marketing 2.0, digital o cybermarketing es una revolución mercadotécnica que ha conseguido acercar las empresas y marcas a los consumidores de una manera más impactante y eficaz.
El salto del marketing tradicional al digital se produce a principios de los años 90 con el auge de las tecnologías de la información. Ya ha llovido desde entonces, y es que en los últimos años se ha dado una democratización del ámbito digital que ha permitido que los emprendedores se hayan esforzado concienzudamente en sacarle todo el partido posible a internet para rentabilizar los productos y/o servicios de sus respectivos proyectos.
¿Conocéis los ingredientes fundamentales para desarrollar una e-campaign exitosa? Pues bien, sin más dilación, comencemos a analizar el escenario del que hablábamos:
Lo primero de todo será tener claro cuáles van a ser los objetivos que guiarán nuestra campaña de marketing digital:
Informar, inspirar e incitar han de ser, generalmente, “las 3 íes” por las cuales tendremos que luchar.
– Informar a nuestros clientes para que nos sitúen en el mapa (digital y/o físico si hacemos más cosas que e-commerce). Es de vital importancia que sepan que existimos; podemos ser muy buenos en lo que hacemos, pero sin chincheta en el mapa es muy complicado triunfar.
– Inspirar a nuestro target para envolver en una filosofía, en una cultura, en una manera de vivir. Esto se consigue principalmente vía content marketing y customer experience.
– Incitar a nuestra cartera de clientes a comprar. Esta es la fase final que determinará consecuentemente el grado de efectividad que hemos conseguido gracias a la campaña digital realizada.
Y ahora ya sí, podremos echar un vistazo a las plataformas existentes para lograr nuestro cometido:
Web: como no podía ser de otra manera, nuestro site principal será la web; web con la que trataremos de aumentar nuestra visibilidad y que nos ayudará a impulsar ese call to action final que lleve a la compra.
Para lograr todo ello, contaremos con la ayuda de SEO/SEM para posicionar nuestra web en los primeros puestos del buscador, pero es que además crearemos sinergias y enlaces con nuestros perfiles en social media, estrategias de e-mailing y futuribles apps para redirigir tráfico de una manera más fluida. La web es la piedra angular sobre la que se sustentan todos nuestros esfuerzos en digital.
E-mailing: herramienta recurrente que permite despertar el sentimiento de compra o simplemente inspirar con content marketing a nuestros clientes. Consiste en la redacción de un e-mail alineado con la estrategia comercial del momento para ayudarnos a entender qué es lo que quieren o anhelan nuestros clientes y acercarlos a la compra final.
Ah, por cierto, un tip muy útil en vuestros e-mailings es crear la sensación de urgencia en la compra; si damos a nuestros contactos a entender que la oferta que presenta el e-mail es efímera lograremos picos en ventas (black frydays, post sales, etc.). El sentimiento de urgencia es la mejor herramienta en cuanto a la relación calidad/precio para los emprendedores en e-commerce.
Echadle un ojo a los e-mails de MediaMarkt para entender mejor el concepto, no tienen desperdicio. Las Newsletters son un gran arma y aquí tenéis varias para ir empezando…
App: son muchos los usuarios que utilizan apps para guiar sus vidas o simplemente para entretenerse, es por ello que aquí tenemos un filón para potenciar las Is de información, inspiración e incitación. Algunos emprendedores ya las consideran como el sustituto natural de las webs y, puede que tengan razón, pero a día de hoy es el señor Google al que seguimos acudiendo para buscar soluciones y consecuentemente los esfuerzos en SEO/SEM son muy recomendables.
Las apps “targetean” habitualmente un público millennial on the go que apenas tiene tiempo para informarse, por esta razón las apps más exitosas se centran en inspirar y, sobretodo, incitar. La incitación se suele materializar con promociones frecuentes (McDonald’s) o con low-prices de serie (Wallapop) que nuevamente realizan un call to action de compra explícito.
Finalmente, no nos olvidemos de que también nos puede servir la app para redirigir tráfico a nuestra web y perfiles de social media.
Social media: Facebook, Instagram, Twitter y LinkedIn son las redes sociales que cuentan con más adeptos, por lo que con seguridad nuestro target se encontrará en alguno de estos lugares. En este ámbito, el community manager es clave para lograr “las 3 íes” y controlar que el tono de la conversación sea el adecuado, pues se debe respetar en todo momento la manera y el estilo que tienen los consumidores de un determinado servicio/producto para expresarse en la red. Ej: el lenguaje a utilizar en el perfil de Doritos ha de ser desenfadado y fresco, pero en el de BMW será algo más técnico y sobrio; puesto que se dirigen a diferentes audiencias.
Muchas son los emprendedores que concentran toda su inversión (o gran parte de ella) en redes sociales; ellos saben mejor que nadie que el reach que se puede llegar a tener es descomunal y, lo mejor de todo, es el precio. Pero no penséis que sólo se han dado cuenta los pequeños y medianos empresarios, puesto que ya se está apreciando una deceleración en la inversión en TV por las grandes multinacionales en pos de tener mayor impacto en las redes (Apple, Unilever, Tesla y un largo etc.).
Sin lugar a dudas, estas redes son cruciales para darse a conocer, fidelizar y crear cultura de marca. El word of mouth sigue existiendo, lo que sucede es que ahora no es físico sino a click de ratón.
Creo que el marketing 2.0 es tan potente debido a su capacidad de acelerar los 5 touch-points comerciales (ticket medio, obtención de nuevos clientes, aumento de la frecuencia de compra, imagen/visibilidad y mejorar la eficiencia en los procesos: se pueden explotar determinadas economías de gama y de escala) a un nivel de precio muy cómodo, aunque eso sí, contrarrestado por una alta dosis de esfuerzo diario.
Espero que os haya sido de utilidad esta primera aproximación que hemos realizado juntos al concepto de marketing digital. ¡Mucho ánimo y a trastear con todas las herramientas comentadas!
Escrito por David Leiño Calleja